Sinopsis Argumental

Federico (25) ve un aviso de empleo en la entrada de su edificio. Al entrar a su casa y encender el televisor, sintoniza el canal de noticias, donde entrevistan a un jubilado que se queja de la crisis. Alma (35), la empleada doméstica, abre la puerta y Federico se despierta de la siesta.  El hermano de Federico lo llama. La presión de la familia hace enojar a Federico, se calma al tomar unas pastillas. Federico le confiesa a Alma que se quedó sin trabajo. Alma encuentra un aviso de desalojo, le pregunta a Federico si es suyo y él reacciona mal. Federico va a la habitación, en el living está Héctor, el propietario, quien discute con Federico sobre la falta de preparativos de la mudanza. Federico sobrepasado por la situación cae en el suelo de su habitación y un gran llanto inunda su rostro y su respiración se acelera. Al tranquilizarse, ceba unos mates y habla con Alma sobre la negación que tiene de volver a vivir con sus padres luego de quedarse sin trabajo. Alma le dice: "Por lo menos vos tenés a dónde ir". Federico cambia de actitud y enfrenta la mudanza.

 

Alma entra al departamento de Adela (75) quien se encuentra tirada en el suelo. Mientras Adela ve la televisión, le cuenta a Alma que almorzó con su marido. A la tarde, Adela le pide a Alma que deje la casa impecable porque va a tener visitas. Alma está limpiando el comedor, Adela desde la ventana ve la marcha y se queja. Alma mira extrañada la puerta abierta de una habitación, está se cierra de golpe. Luego, Alma prepara un té, lo lleva al comedor y Adela pregunta por las masitas que le dio su hijo, Alma le aclara que su hijo vive lejos. Alma va a buscar sus cosas. Adela, en la cocina, se sube a un banco y alcanza la alacena en busca de sus masitas. Alma la descubre, harta de sus mentiras, va a revisar la habitación del fondo, no hay nadie y está todo desordenado. Adela la trata de desagradecida e irresponsable. Alma, decidida a salir, renuncia.

 

Alma llega a su casa y se encuentra con Nicolás, su hijo, encargándose de la cena, tarea que debe hacer su tío, Sebastián (40).  Alma pone la mesa y le pregunta a Sebastian si encontró un lugar para irse. Alma recibe un mensaje, tiene que pagar el alquiler, pero no encuentra la plata, le pregunta a Sebastián si sabe dónde está. Ambos discuten y Alma revela que se quedó sin trabajo. Mientras Alma cocina, Sebastián le cuestiona descaradamente por qué no reclamó su paga del día. Alma debe empeñar las joyas de su mamá, pero no están donde las guardo, enfurecida increpa con un cuchillo a Sebastián. El sonido del timbre interrumpe la pelea. Cuando Alma abre la puerta, ve a Federico, quien le paga el último mes de trabajo. Al cerrar la puerta, Alma echa a Sebastián. Alma y Nicolás cenan tranquilos. Al día siguiente Alma ve el aviso de empleo en la entrada de su edificio.